martes, 27 de mayo de 2008

Los otros también aportan

Las sociedades modernas están compuestas por una estructura general donde cualquier persona puede expresar por varias vías sus preocupaciones, incluso sus desidias.
No cabe duda del rol que juegan los intelectuales como creadores y difusores de ideas, de observadores sutiles y, sobre todo, su capacidad para advertir a tiempo cambios esenciales para esas mismas sociedades donde se encuentran insertados.
Mi preocupación gira sobre un fenómeno que no me es para nada ajeno. En mi casa siempre se reunieron grupos de intelectuales, tanto escritores como pintores, cineastas o periodistas.
Las discusiones siempre han sido intensas, en la mayoría de las ocasiones sinceras, pero por lo general me recordaban a los cafetines parisinos donde poetas y otros intelectuales elevaban sus ideas para luego dejarlas caer sobre sí mismos.
Es cierto que pensar una sociedad es difícil, sobre todo cuando no se vive el día a día del hombre común. Lo que le falta a la mayoría de los intelectuales cubanos, tanto a los de la isla como los de afuera, es oír algo más que no sean sus propios pensamientos.
Otros profesionales e incluso obreros son capaces de ofrecer ideas, puntos de vistas incluso soluciones tan válidas como la de los primeros. La única diferencia es que unos las expresan de la manera que los otros no pueden, pero finalmente todos la sueñan muy parecido.
Ojalá que los documentos que se escriban en nombre de todos, se piensen con la visión de un grupo más amplio de la sociedad, así las posibilidades de que queden temas fundamentales fuera siempre será menor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente visión. Me parece que ahora contamos con herramientas tan importantes, como los bloggers, para que muchos puedan expresar con sus propias palabras aquellas ideas que, finalmente terminan siendo las mismas.
Angela