Qué pena, la bisexualidad, la homosexualidad y el ateísmo se convirtieron en moda. Ahora, auto incluirse dentro de cualquiera de estas tendencias resulta “trendy”.
Lo más preocupante del tema no es la militancia extrema dentro de estas posibilidades, sino, que al convertirse en novedad, deja de ser genuino.
Las expresiones de la sexualidad han sido variadas desde que el género humano decidió disfrutar de su cuerpo y no dedicarlo sólo a la procreación o la mera contemplación. En los años 60 y 70 la explosión sexual fue arrolladora, hoy lo es la negligencia. La falta de protección es tan preocupante como la trivialidad de ver al sexo como una opción de aceptación en determinados círculos sociales.
El ser ateo, por igual, ya casi es un chiste, una manifestación de rebeldía infantil. Yo crecí sin adoctrinamientos religiosos y por mucho tiempo dije que era atea. Pero hace unos días escuché a alguien decir que es “post ateo”.
Cada día son menos las causas que defender a expensas de la actitud que se asume frente a la creencia o no de la religión. Muchos temas deben ocupar el 60 por ciento activo de nuestro cerebro para debatirnos en tanta tontería.
Por eso no logro entender cómo muchachos en el comienzo de su adolescencia se complican tratando de ubicarse en uno u otro bando sin haber tenido, en la mayoría de los casos, siquiera su primera experiencia (como decía otro amigo, “psico-sexo-pasional”).Todo esto se debió a una conversación con mi hija, por suerte ella puede hablar conmigo, sin tapujos y con mucha honestidad
Lo más preocupante del tema no es la militancia extrema dentro de estas posibilidades, sino, que al convertirse en novedad, deja de ser genuino.
Las expresiones de la sexualidad han sido variadas desde que el género humano decidió disfrutar de su cuerpo y no dedicarlo sólo a la procreación o la mera contemplación. En los años 60 y 70 la explosión sexual fue arrolladora, hoy lo es la negligencia. La falta de protección es tan preocupante como la trivialidad de ver al sexo como una opción de aceptación en determinados círculos sociales.
El ser ateo, por igual, ya casi es un chiste, una manifestación de rebeldía infantil. Yo crecí sin adoctrinamientos religiosos y por mucho tiempo dije que era atea. Pero hace unos días escuché a alguien decir que es “post ateo”.
Cada día son menos las causas que defender a expensas de la actitud que se asume frente a la creencia o no de la religión. Muchos temas deben ocupar el 60 por ciento activo de nuestro cerebro para debatirnos en tanta tontería.
Por eso no logro entender cómo muchachos en el comienzo de su adolescencia se complican tratando de ubicarse en uno u otro bando sin haber tenido, en la mayoría de los casos, siquiera su primera experiencia (como decía otro amigo, “psico-sexo-pasional”).Todo esto se debió a una conversación con mi hija, por suerte ella puede hablar conmigo, sin tapujos y con mucha honestidad
1 comentario:
Estoy en parte contigo en que la sexualidad se está convirtiendo en objeto de moda y tendencias, pero también se debe a que la sociedad está cada vez más crítica frente a las suposiciones previas que nos encasillan en una heterosexualidad que no tiene porque ser necesariamente lo que somos. Hace falta tiempo para conocerse, por lo tanto, tal vez deberíamos dejar pasar unos 30 años prudenciales antes de preguntar a un adolescente si tiene novio/a en vez de si tiene pareja. Si no se le presupone nada, él tiene la vía libre para experimentar y conocerse. No ocurre eso. Espero que sea verdad que tu hija pueda hablar con usted con honestidad, incluso en aquellos aspectos que no le gustan.
Y en cuanto a la religión, debo confesar que tengo cada vez más ganas de creer, pero las Instituciones religiosas hacen que me aleje de ese mundo de irracionalimos y odio a los demás. Antes fue la Inquisición, Hoy es la Yihad. Lo peor es que abusan de buena gente. Me defino como agnóstico, y si acaso creo, sería en algo más supremo, no en las normas de cierta doctrina profeta del Señor. Buenas tardes.
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