Trasteando las teclas para encontrar la imagen adecuada del post que antecede a este, me enredé con los recuerdos. Una tras otras comencé a oír las canciones de los Bee Gees.
Las que me hacían sudar de tanto brincar, las que cantaba casi gritando gracias a Rojas (Rojitas) mi compañero de secundaria que como recién llegado de Londres, se las sabía todas.
Las otras, las que servían para bailar bien apretaditos cuando con permiso de los papás, dueños de la casa dejaban encendido solamente un bombillo pintado de rojo. How deep is your love, Too much heaven, In the morning, Staying alive, Grease, Fever night, More than woman…Mi hija ya protesta, demasiada música vieja, pero se ríe porque me ve reír a mí, llena de recuerdos felices.
Las que me hacían sudar de tanto brincar, las que cantaba casi gritando gracias a Rojas (Rojitas) mi compañero de secundaria que como recién llegado de Londres, se las sabía todas.
Las otras, las que servían para bailar bien apretaditos cuando con permiso de los papás, dueños de la casa dejaban encendido solamente un bombillo pintado de rojo. How deep is your love, Too much heaven, In the morning, Staying alive, Grease, Fever night, More than woman…Mi hija ya protesta, demasiada música vieja, pero se ríe porque me ve reír a mí, llena de recuerdos felices.
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