miércoles, 13 de mayo de 2009

All you need is love


Puede que el título sea excesivo, porque no solo es amor lo que necesitamos los millones de cubanos que vivimos en el planeta, pero no cabe duda que ese detallito nos hace mucha falta. El 13 de agosto pasado “colgué” un post llamado De circo y humillaciones, donde relataba lo desagradable que me es acudir al consulado cubano en Santo Domingo.
Primero Chucho, parcialmente amable y más campechano de lo que le debe corresponder a un oficial consular, si nos veía en el Supermercado, antes de mirarnos la cara, nos miraba la compra y luego entre risas venía el: A ustedes si les va bien compatriotas. Tal vez el equiparaba la bonanza con una reducida compra de víveres de supermercado.
Luego Aidita y su malévolo hijo…pareja para temer. Las personas con más poco carisma, o empatía que puedan existir en el universo. Casi todos los cubanos que residimos fuera de nuestro país tenemos que hacer el triple de los trámites consulares que cualquier otro mortal. Esta pareja de madre e hijo se encargaban de hacértelo cada vez peor y que decir del embajador, sujeto borracho y anacrónico, terrorista y pendenciero: se llamaba, digamos que Omar Córdoba (gracias Sabina).
El lunes debí acudir nuevamente al consulado a certificar un documento. Como ya estoy acostumbrada al maltrato y la humillación después de 9 años, fui bien artillada y con la carabina al hombro…digo en la lengua. Pero quedé pasmada…el nuevo cónsul es la persona más amable que ha pisado esa oficina o tal vez la única junto al nuevo embajador. No solo amable, sino que hace su trabajo con absoluta profesionalidad. Yo paso de chistecitos cubanos cuando no es el momento para ello.
No creo que estuviera mal darle las gracias, darle la mano y expresarle que después de mucho tiempo no me sentía humillada por ser simplemente una cubana más.

No hay comentarios: