viernes, 17 de abril de 2009

Ciudad y Sentimiento

Mi bagaje viajero es muy breve. Apenas conozco 4 países, tres de los cuales están ubicados en el Nuevo Mundo. Pero me enamoré de una ciudad de entre las que he conocido: Valencia.
Valencia tiene todo lo que se puede pedir, lo que se puede soñar, al menos desde mi perspectiva y hago constar que siempre fui una capitalina irredenta.
Una historia que data del siglo XIII, con Los Cruzados.


La ciudad enterrada con los baños romanos y que se puede ver bajo un impresionante techo de aguas.

La influencia de los Moros que se respira y está en tradiciones vivas como el manejo de las aguas en las acequias, con su tribunal cada jueves a mediodía.


La ciudad medieval, casi intacta, con sus tragaluces de alabastro, gárgolas vigilantes y su silencio…enorme silencio.


Las Torres de Serrano que condenaban a quedarse a una determinada hora en La Luna de Valencia.


La modernidad primera del Mercado Central y la Estacio del Nord


Hasta hoy, de Calatrava enorme y un reinado para las ciencias a disposición de las mentes más huidizas.


Claro que para esta isleña, además de todo esto, también hay algo que hace a Valencia redondita, exacta, perfecta…El Mediterráneo. Dejo constancia de ello…solo tenía que cerrar los ojos y sonreír.

No hay comentarios: