jueves, 11 de junio de 2009

Como te digo una co te digo la o

Borja como te ajoges te mato. Se me ocurrió oyendo a Sabina y justo porque en esta canción nos describe bonitos, flaquitos, flaquitos, y sin libertad. Nada, que nos caló muy bien el hombre. El otro que supo hacernos el traje a la medida fue un dominicano-cubano: Máximo Gómez.
El intrépido mambí sentenció que los cubanos o no llegábamos o nos pasábamos. Y no es de dudar que seamos así. O no nos hacemos oír o gritamos demasiado. Otra de sus sentencias fue básica: "es más fácil reunir cubanos que unir cubanos".
El final tragicómico del llamado a unirnos en la blogsfera el día 1ro de junio hace justicia a las palabras de Gómez.
Precedidos por la idea de un joven colombiano que desde la intimidad de su ordenador logró movilizar al mundo entero en contra de las FARC, alguien sin nombre, un absoluto desconocido, hizo un intento semejante. Pidió que todo el que tuviera acceso a una página personal colocase una imagen y un llamado con tres mínimas reclamaciones al estado cubano: libertad para los presos políticos, libertad para entrar y salir del país y libertad de acceso a Internet.
No obligaban a un formato específico, de hecho yo me extendí haciendo un recorrido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y casi todos los que pude ver pusieron un poco más, dándole riendas a su ingenio. De este modo el llamado no era un esquema rígido y si a algún bloguero, facebookero o cualquier otro residente ciberespacial quedaba inconforme, así podía ampliar sus peticiones.
Pero volvamos a Gómez y Sabina. El icono Bloguer de Cuba, Joanny, valiente autora de Generación Y, aunque se sumó a la petición, protestó contra esta. Sus argumentos eran tan, pero tan flojos, que me apenaron. Para Yoanny, su esposo y algunos de sus seguidores, el convocante no tenía el derecho a iniciar la convocatoria, infiero entonces que esa prerrogativa solo quedaba para Generación Y. Por otra parte solo tres demandas eran muy poco y nada representativas de las carencias del cubano actual, residente en la Isla.
El joven colombiano que hizo la convocatoria en contra de las FARC sabe cuantas son las carencias de su país, sabe que se podría haber sido más drástico en el llamamiento, pero su objetivo era aunar voces en contra de un problema real. Lo logró. Nosotros no fuimos capaces una vez más. No pudimos llegar, pero de cierta forma nos pasamos. Nos reunimos, incluso algunos a regañadientes, pero no nos unimos.
Puede que sea una condición genética, pero nuestro ego provinciano no nos deja ver más allá; o que le cuente un amigo mío, al que por defender a un colega que recibió una golpiza, han tratado de buscarle en cuantas editoriales reconocidas publican su blog. Ya ven, seguimos flaquitos, flaquitos y sin libertad, no solo de los hermanitos Castro, sino de nosotros mismos.

No hay comentarios: