jueves, 27 de noviembre de 2008

Mi país y su mancha negra

La base militar de Guantánamo fue cedida a los EEUU a perpetuidad desde 1898. Este enclave es uno de los vejámenes más brutales que puede soportar un país libre, que no pertenece a ningún protectorado, que no es colonia de nadie y que no acepta la injerencia extranjera. Desde siempre este horrible lugar ha servido para que las fuerzas militares norteamericanas se mantengan por encima de toda convención y racionalidad.
Pero ¿Quién sufre las consecuencias de esta imposición territorial?. En primer termino los cubanos, esa tierra aunque baldía pertenece a un estado constituido legalmente, pero no se nos permite llegar hasta allí…nos separa un impresionante campo minado. En segundo lugar, los cubanos nuevamente, aquellos que un día decidieron emigrar y terminaron entre alambradas en sus campos de concentración, presos de otros en su propia tierra. En tercer lugar hombres de todo el mundo (más de 600) que esperan condenas ya que juicio previo no han tenido.
Es importante aclarar que las decisiones sobre esta base siempre han sido, como es de esperar en términos de absoluta beligerancia. Desde su imposición, pasando por las amenazas provenientes de Krushev de desaparecer el lugar, hasta la necedad me minar su alrededor.
Ahora, los recientemente estrenados presidentes Obama y Castro Segundo deciden tomarlo como “lugar neutral”. ¿Neutral para quién? Esa es la primera pregunta. La segunda y aunque parezca un poco atrevida: ¿Atravesará Raúl el campo minado como le corresponde por ser cubano para poder entrar a ese maldito lugar?

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