viernes, 7 de noviembre de 2008

No solo valen las buenas intenciones

Definitivamente hay que hurgar entre telones. Suavemente entre Pacharan y Cointreau en la sobremesa “descubrimos” algo. El que ya deja de ser Senador y se convierte en Presidente, Barack Obama, ha prometido ponerle fin a las limitaciones en cuantía de las remesas hacia Cuba. También eliminar la restricción a los viajes de cubanos (los de afuera) hacia su país de origen, medidas estas que se impusieron por el anterior y recién acabado gobierno norteamericano.
Eso está muy bien, pero con ello se mantiene a perpetuidad el engorde de las arcas gubernamentales cubanas. Espero que todos sepan que por cada dólar que enviamos a Cuba, el receptor nacional solo recibe 80 centavos y en una moneda convertible que solo circula dentro de las fronteras del archipiélago nacional.
Esperemos que esta señal no pase desapercibida, no olvidemos las grandes fortunas rusas previas al narcotráfico. Sería muy duro que mañana me tenga que sentar cerca de un exfuncionario del gobierno anterior convertido en un prominente empresario de la Cuba por venir.

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