miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ni así se pierde el arte de la conversación

A pesar de que conversar sigue siendo imprescindible para los humanos, dialogar a “puro verbo” se está convirtiendo en una tarea casi imposible. Algunos se pierden en banalidades, otros tienen tanto que decir o decirse a sí mismos que no escuchan (solo se escuchan). Muchas veces terminamos antes de lo previsto una conversación porque es más importante maldecir que razonar. No faltan los que mienten de cabo a rabo sin sospechar que su interlocutor los está esperando en primera para sacarles out.
Otros necesitan previo aviso para llevar a buen puerto la primera oración. La tenían pensada, planificada, pero no la tenían en agenda. La era de la digitalización ha cambiado el rostro de la conversación. Bien sea por SMS, chat, o email. Nos sentimos más cómodos así, huimos del lenguaje extraverbal, del tono de la voz, de las cosas que nos delatan realmente. Ya existen modos en la escritura que sirven para hacer sentir que se grita, figuritas para expresar estados de ánimo.
Pero la verdad es que oír una voz que por mucho tiempo solo aparece imaginada, sentirla como cambia de seca y temblorosa a fluida y familiar vale lo que pidan por ella. Cuando discas (acción ya desaparecida) un número para solo decir hola, cumplí y al cerrar te das cuenta que se te fueron 1 hora, 9 minutos y 38 segundos de tu apretadísimo tiempo, sabes, puedes confirmar que conversando también se hace arte.

No hay comentarios: